sábado, 4 de diciembre de 2010

LA PRIMERA NEVADA


Era la primera nieve de la temporada, y aunque la llegada de la nieve siempre es un festín, esta vez nos pilla algo cansados del exceso del invierno anterior.
Estas nieves que venían siendo anunciadas, y que no acababan de llegar nos pillaron por sorpresa. Vamos que yo salía ya con mi chandal para hacer la ruta mañanera del Quijote cuando me topé con el manto blanco y sin parar de nevar.
Pues nada, a casita que nieva, y a divertirme con nuestro gato Sócrates, que asistía al encuentro con su primera nevada, y ahí andaba con su lucha con la blanca espuma. ¡No paró en toda la mañana!
A mi la nieve siempre me ha puesto en alarma desde que de criatura me quedé incomunicado 11 días en Albaladejo, por eso siempre que veo nevar viene a mi memoria aquellas estrofas del Genial Góngora:
Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.
Hecho un vistazo a la despensa y preparo la lista para llenarla el viernes, y ya estoy preparado para lo que venga.

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