domingo, 26 de junio de 2011

ENTRE MI GALBANA Y LA DE SOCRATES

Llega el calor de pleno y con ello se evapora el plan de actividades y buenos propósitos que para el buen tiempo habíamos previsto.

Y es que la galbana se hace más que patente. Me doy una vuelta por el patio y veo que Sócrates no solo ha abandonado sus cuarteles de invierno, también ha desaparecido de los cuarteles de primavera. Ahora se tumba en la tierra fresca de los arriates entre plantas y macetas, ¡y a dormirla!

Y yo que soy de no estarme quieto, me extraño del contagio de galbana de Sócrates ¿No será alguna bacteria rara? Hombre lo digo por echarle la culpa a algo y justificarme un poco, pero no cuela. Estoy como La Martirio: “…es que no pueo con mi cuerpo, no tengo ganas de na…”

Bueno tanto como de na, tengo ganas de fresquito, quiero primavera, pero por el Campo de Montiel lo veo difícil, pasamos del radiador de la calefacción a los 40º a la sombra en un plis plas. Así que mejor buscamos madrugones para andar, pegaojos después de comer, paseos por la noche y agua cuando se pueda.

Mentalizado en ello, ayer sábado hice un ensayo general, la Ruta del Quijote terminada a las 8 de la mañana, un ratillo de trabajo en la casa y después de la comida café y chapuzón en el campo, y a la noche concierto de órgano en la Torre de Juan Abad, vinillo en Almedina y cubata en el Trui y a dormir que mañana es domingo y no hay que madrugar. ¡Pues no! A las 7 aparece el gato a reclamar su ración de pienso ¿Qué no se por donde ha entrado? Por la ventana que no tenía la mosquitera, justo por el mismo sitio que han debido de pasar las dos moscas que me han sacado de la cama al ser de día. Y aquí estoy yo con la galbana otra vez.

Lo del agua también tiene su miga, muestra carencias o excesos. Y mientras a mi lado se lamentan de excesos de pelos y kilos, creo que a mi me falta moreno y gimnasio, el moreno supongo que lo iré arreglando, lo del gimnasio lo dejamos para el plan de actividades y buenos propósitos de pasado el verano, para cuando lo de blanquear y eso.

Ahora vivamos plenamente la galbana que son dos días.

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