lunes, 27 de enero de 2014

MI CHIMENEA FASE V Y FINAL

Dicen que el hombre es el único animal de la creación capaz de sufrir por algo que aún no ha sucedido, y yo no iba a ser menos. Desde que comencé barriendo el lugar donde iría la chimenea y antes de poner un ladrillo, me quitaba el sueño el dichoso cañón. Era mi obsesión y mi principal problema. Ahora cuando todo ha acabado, veo que no era así y que a veces lo difícil se nos torna fácil y viceversa.
Así que ya con la madera montada  y bien afianzada, me puse manos a la obra de ir cerrando el tubo de salida de humos, haciendo una roza a ambos lados de la pared y techo y colocando listones a mitad de la largura para reposar el bardo. Una vez incrustado el bardo en la pared, lo cogí con yeso en la parte interna, y la externa con cemento en fino. la siguiente tarea era cortar las piezas en disminución, pasando de 4,5 cms en la base a 2,5, y de 2.5 a 0 para la segunda pieza.


La siguiente tarea fue dar yeso basto en los dos laterales e ir desde la base cerrando el frente, cogiendo bardo en los bordes interiores y enrasando en el frente y cubriendo con capa de yeso en basto.


Y llegado al techo y con el cañón ya totalmente cerrado, aprovechamos para enlucir las imperfecciones junto al techo y alguna que otra rajilla.


Es la hora de cambiar de yeso, ahora toca la capa de fino que comienzo por ambos lados. Me ayudo de una regla a la que he puesto algo de aceite untado para poder quitarla con más facilidad.Y remato con el frente.
Es el momento de dejar que el yeso seque y a esperar para pintar.
De momento es hora de recoger materiales sobrantes y limpiar reglas y herramientas, y de guardarlos en la buhardilla a la espera de la próxima aventura.


Limpia la ya cocinilla, y con la espera de algunos días a que el yeso terminara de secar, llega la hora de la pintura, con una primera mano de imprimación en blanco.
A continuación una mano de ocre y una segunda y quitar todos los papeles que hacían su labor de evitar manchar de pintura más de lo necesario.


Vuelta a limpiar y ahora solo queda barnizar en mate las dos maderas de la chimenea y esperar a secar para una segunda mano.
Y el resultado final a falta de decoración, que ya está en camino y que aviso tendrá mucho de reciclaje es el siguiente.


Y con sus fallos y sus imperfecciones, fruto como no, de un menos que aficionado aquí está cumpliendo su función. De momento con alguna patata o membrillo asada, a la espera de manjares más acordes con su inauguración oficial


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